El Osirión de Abydos en Egipto

El Osirión de Abidos es una estructura subterránea monumental de origen incierto, vinculada a los Misterios de Osiris, que asombra por su arquitectura megalítica y su simbología religiosa.

Aspecto actual a cielo abierto del Osirón de Abidos, sin la cubierta pétrea y la colina sagrada.
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Hugo Ferreira Quirós

El ser humano siempre ha sentido la necesidad de peregrinar a lugares sagrados. Los antiguos egipcios no fueron la excepción. Uno de esos lugares de peregrinaje fue Abydos, lugar donde se registran santuarios milenarios que aún hoy nos asombran.

 

“Estos atlantes se radicaron en el área de Tebas sobre dos grandes focos: uno administrativo y religioso en el mismo emplazamiento de la ciudad que luego los griegos llamarían Tebas; y el otro en el lugar de Abidos, de un tipo más iniciático y donde se congregaron los misteriosos cultores de un Santo Sepulcro que luego fue llamado de Osiris” 

 Jorge Ángel Livraga.

 

El templo de Osiris en Abydos, cuya construcción se remonta a la dinastía número 19 del Imperio Nuevo de Egipto, es testigo de la práctica de los Misterios. Según la tradición mitológica egipcia, cuando el dios Seth asesinó a su hermano Osiris y lo descuartizó en 14 pedazos, escondió en Abydos nada más y nada menos que su cabeza. Fue en el Imperio Nuevo, después de la herejía del faraón Akhenatón, que el faraón Sethi I reconstruyó el gran santuario dedicado al dios resucitado. Para ello, sus asesores despejaron y renovaron el antiguo Cenotafio (tumba ceremonial vacía) o Santo Sepulcro de Osiris, lugar que hoy se conoce como Osirión u Osireion. En tiempos modernos, el Osirión fue descubierto en 1902 en muy malas condiciones.

 

Quizás la orientación del templo erigido durante el reinado de Sethi I estuvo condicionada por la orientación del eje principal del Osirión. De ahí que ambos recintos compartan el mismo eje y, sobre todo, que el templo de Osiris tenga la peculiaridad de tener una planta en forma de “L”, algo inusual en los templos ceremoniales egipcios. Esta forma sugiere que el templo de Sethi I fue construido exactamente sobre el emplazamiento de un templo anterior. Al devolver a Egipto el antiguo culto a sus dioses sagrados, se renovaron los ritos y surgieron nuevas necesidades, añadiéndose nuevos espacios de servicio. Sin embargo, esta adición se encontró con la estructura existente del Osirión, conformando la planta en “L” que conocemos. De ahí se deduce que el Osirión posiblemente sea anterior al templo de Sethi I.El Osirión es un templo subterráneo que se ubicaba debajo de una colina artificial, en cuya cumbre y laderas, al parecer se habían plantado acacias, árbol sagrado de Osiris.

Sección del Cenotafio subterráneo del Osirión con la colina sagrada sobre su cubierta y las acacias, el árbol sagrado de Osiris.

La función exacta del Osirión es desconocida pero es posible intuir que semejante estructura disimulada y enterrada haya sido parte de las pruebas de los aspirantes a los Misterios de Osiris. Tiene la particularidad que no está unido al templo de Sethi I y antiguamente para acceder a él se debía salir fuera del muro perimetral del Templo, tal vez como símbolo que para ingresar al sendero sea necesario primero salir a la intemperie.

 

Al traspasar la puerta semienterrada de ingreso, el aspirante a los Misterios debía recorrer un largo y estrecho pasadizo de más de 100 metros de longitud.

 

Al visitar hoy las ruinas del Osirión nos cuesta mucho darnos cuenta de cómo era esa extraña construcción. Eso se debe a que hoy el espacio interior está a cielo abierto y carece del techo original, que era de grandes bloques de granito rojo.

Arriba: reconstrucción ideal del interior del Osirión. Abajo: estado actual del Osirión sin su techo pétreo de granito rojo de Asuán.

El Osirión es un templo de nave única que conforma una isla ya que está rodeada en todo su perímetro por un lago artificial, a modo de Isla Primordial. No tiene vestigios de puentes fijos aunque tal vez pudo tener puentes livianos levadizos de forma que para llegar a la nave había que nadar hasta la orilla opuesta, conformada por dos escalinatas en los extremos. El problema se agudizaba si en el agua convivían algunas especies acuáticas extrañas, como se han visto en alguna oportunidad en nuestro tiempo. Quizá, acceder al recinto sagrado formaba parte de las pruebas del discípulo.

Planta del Osirión que evidencia que la nave es una isla rodeada de un lago artificial.

El estilo arquitectónico del Osirión es megalítico, depurado, sin ningún tipo de ornamentaciones ni jeroglíficos en la nave, excepto en su antesala, luego del largo corredor; elementos decorativos que seguramente son tardíos, al igual que en una de las gruesas columnas prismáticas de la nave donde se encuentran dos mandalas que simbolizan la Flor de la Vida. La arquitectura del Osirión hace acordar a antiguos templos funerarios como el del Valle, junto a la Esfinge en Gizeh o algunas tumbas del Valle de los Reyes en Tebas (hoy Luxor). Llama la atención la forma de los bloques de piedra arenisca de las paredes que demuestran un hábil manejo del corte y pulido de la piedra, así como en sus encastres. La técnica de la piedra empleada es desconocida y es asombrosamente parecida a las construcciones precolombinas sudmericanas de Cusco, Ollantaytambo y del sector sagrado de Machu Pichu, como si a ambos lados del Océano Atlántico los constructores tuviesen los mismos maestros canteros que manipulaban como nadie a la piedras de construcción.

 

La cuestión es que aún quedan vestigios de este colosal edificio para que nos maravillemos de un pasado glorioso de la Humanidad donde se plasmaba Arquitectura Sagrada.*

Planta del Osirión que evidencia que la nave es una isla rodeada de un lago artificial.

HUGO FERREIRA QUIRÓS

Arquitecto

Colaborador activo del Instituto Internacional de Arquitectura y Artes Plásticas Fidias.

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