La Atenea del Pireo es una notable escultura en bronce descubierta en 1959 durante excavaciones para instalaciones subterráneas en “El Pireo”, histórico sector portuario de Atenas desde tiempos inmemoriales. Es una de las escasas esculturas griegas originales de la diosa Atenea que han llegado hasta nuestros días, destacando por su imponente altura de 2,35 metros.
Según estudios, se estima que la escultura fue fundida en el siglo IV a.C., durante el apogeo del periodo denominado Helenismo.
Atenea está representada en la clásica postura del “contraposto”, con una pierna adelantada para evitar rigidez, una técnica común en la escultura de la época.
Viste un “Peplos”, una túnica delicadamente plisada que muestra el talento del artista para representar pliegues naturales en tela liviana. Lleva la “Égida”, una piel de la cabra
Amaltea adornada con serpientes de Medusa, y un Casco Corintio decorado con búhos y glifos, complementado por un penacho elegante que cae sobre su espalda.