Estamos ante la imagen más bella de cuántos laberintos se han expresado. Al contrario de lo que comúnmente se piensa, el laberinto de Chartres no es un camino azaroso, sino que es un sendero perfectamente direccionado hacia su centro, en el que sus vericuetos tienen el cometido de templar la ansiedad del caminante, el que se acerca al centro para luego volver a la periferia del recorrido. Su ubicación se encuentra en la nave principal a unos 20 pasos del acceso principal de la catedral, antes de llegar al Crucero o nave transversal del templo. Tiene el cometido de que el peregrino realice una introspección de purificación interior antes de pasar a la parte más sagrada del templo. Porque el simbolismo del laberinto connota un doble recorrido, uno de ida que encarna el trabajo interior que todo buscador de la sabiduría debe hacer para conocerse a sí mismo, y otro de salida que encarna el servicio voluntario o trabajo en el mundo externo, para guiar a que nuevos caminantes se animen a adentrarse en el misterio de la vida y de la muerte.*
Fuente imagen: https://elblodgeilabasmati.com/2021/02/09/leyendas-del-laberinto-y-las-vidrieras-de-chartres/