Hace unos días, al abrir la puerta de un armario, un caparazón de erizo marino (Paracentrotus lividus) cayó al suelo y se hizo pedazos. Al ver los fragmentos dispersos, lamenté su rotura, pero pronto decidí extraer de este accidente una reflexión constructiva.
Geometría Sagrada en un caparazón de erizo marino
