Origen del nombre
La fundación de universidades trajo como con secuencia la necesidad de organizar el conocimiento. La primera diferenciación fue la del conocimiento de uso mental y la práctica manual, lo que más tarde sería la Teoría y la Práctica, siendo esta última relegada al ámbito del aprendizaje de oficios.
La palabra Universidad deriva del latín Universitas. “Nombre abstracto formado sobre el adjetivo Universus – a- um (Todo, entero, universal), derivado a su vez de Unus – a- um (uno)”. Este término se atribuye a Cicerón, que lo habría usado por primera vez, para significar un todo constituido de numerosas partes con un fin único: universitas rerum y universitas generis humani.
Alfonso X el Sabio lo define como «Ayuntamiento de maestros et de escolares que es fecho en algún logar con voluntat et con entendimiento de aprender los saberes». (Partid. II, título XXXI, ley 1.) aludiendo a la denominación universitas magistrorum et scholarium.
Hasta el siglo XIV, el término Universitas convivió con otro término más antiguo, primero Studium y después Studium generale y también Studia Generalia (en plural). Así se denominaron las primeras universidades: la escuela de Derecho de Bolonia, (siglo XI) las escuelas de Filosofía en París (siglo XII), y las escuelas monásticas de Oxford (siglo XII).
En este antecedente nos basamos para añadir el término “Estudio General “en singular o plural, “Estudios Generales”, en las lenguas vernáculas o en latín Studium Generale o Studia Generalia. Se refiere a un centro de instrucción para todo tipo de personas, donde se imparten lecciones sobre varias disciplinas académicas.